Salmos 55-72

SALMO 55
Plegaria de una persona traicionada
 

(Al músico principal. Con Neguinot. Masquil de David) 
1 Atiende, oh Dios, mi oración; no te escondas ante mi súplica. 
2 Escúchame y respóndeme. En mi pensar estoy deprimido y turbado 
3 por la voz del enemigo, por la presión de los impíos que me inculpan de iniquidad y me odian con furor. 
4 Mi corazón se estremece dentro de mí; terrores de muerte me han caído encima. 
5 Temor y temblor me han sobrevenido, y me cubre el espanto. 
6 Dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría y hallaría reposo. 
7 Ciertamente huiría lejos y pasaría las noches en el desierto. (Selah) 
8 Me apresuraría a buscar refugio del viento tempestuoso, de la tempestad. 
9 Destrúyelos, oh Señor, y confunde sus lenguas; porque violencia y rencilla he visto en la ciudad. 
10 Día y noche hacen rondas sobre sus muros, y la maldad y el abuso están adentro. 
11 Agravio hay en medio de ella; el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. 
12 Si un enemigo me hubiera afrentado, yo lo habría soportado. Si el que me aborrece se hubiera levantado contra mí, yo me habría ocultado de él. 
13 Pero fuiste tú, un hombre igual a mí, mi compañero, mi íntimo amigo; 
14 que juntos compartíamos dulcemente los secretos, y con afecto nos paseábamos en la casa de Dios. 
15 Que la muerte los sorprenda y desciendan vivos al Seol. Porque el mal está en sus moradas, instalado en medio de ellos. 
16 No obstante, yo clamaré a Dios, y Jehovah me salvará. 
17 Al anochecer, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré; y él oirá mi voz. 
18 Ha rescatado en paz mi alma de la guerra que han desatado en contra de mí, aunque son muchos los que han estado contra mí. 
19 Dios oirá, y luego los humillará: ¡El, que permanece desde la antigüedad! (Selah) Porque no cambian de actitud ni temen a Dios. 
20 Más bien, aquél extiende sus manos contra sus propios aliados, y viola su pacto. 
21 Ellos ablandan su boca más que mantequilla, pero en su corazón hay contienda. Suavizan sus palabras más que el aceite, pero son como espadas desenvainadas. 
22 Echa tu carga sobre Jehovah, y él te sostendrá. Jamás dejará caído al justo. 
23 Tú, oh Dios, harás descender a aquéllos al pozo de la destrucción. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días, pero yo confiaré en ti. 

SALMO 56
Confianza en Dios y en su palabra
 

(Al músico principal. Sobre "La paloma silenciosa de la lejanía". Mictam de David compuesto cuando los filisteos lo apresaron en Gat) 
1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me pisotea el hombre; me oprime combatiéndome todo el día. 
2 Todo el día me pisotean mis enemigos, porque muchos son los que me combaten con altanería. 
3 El día en que tengo temor, yo en ti confío. 
4 En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. ¡No temeré lo que me pueda hacer ningún mortal! 
5 Todo el día pervierten mis palabras; contra mí son todos sus pensamientos, para mal. 
6 Ellos conspiran; se ocultan. Observan atentamente mis pasos en acecho de mi vida. 
7 ¿Escaparán ellos por su iniquidad? ¡Oh Dios, derriba los pueblos con tu furor! 
8 Mis andanzas tú has contado: Pon mis lágrimas ante ti. ¿Acaso no están escritas en tu libro? 
9 El día que yo clame a ti, mis enemigos retrocederán. Esto sé: que Dios está a mi lado. 
10 En Dios, cuya palabra alabo, en Jehovah, cuya palabra alabo, 
11 en Dios he confiado. No temeré lo que me pueda hacer el hombre. 
12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos; te pagaré sacrificios de acción de gracias. 
13 Porque has librado mi vida de la muerte y mis pies de la caída, para que ande delante de Dios en la luz de la vida. 

SALMO 57
Oración para ser librado del opresor
 

(Al músico principal. Sobre "No destruyas". Mictam de David compuesto cuando huyó de Saúl a la cueva) 
1 Ten misericordia de mí, oh Dios; ten misericordia de mí, porque en ti ha confiado mi alma. En la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen las calamidades. 
2 Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. 
3 El enviará desde los cielos y me librará de la infamia del que me oprime. (Selah) ¡Dios enviará su misericordia y su verdad! 
4 Mi vida está entre leones; estoy tendido entre hombres que devoran. Sus dientes son lanzas y flechas, y su lengua es como espada afilada. 
5 ¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria! 
6 Una red han tendido ante mis pasos para doblegar mi alma. Una fosa han cavado delante de mí, y en medio de ella han caído ellos mismos. (Selah) 
7 Mi corazón está firme, oh Dios; está firme mi corazón. Cantaré y entonaré salmos. 
8 ¡Despierta, oh alma mía! ¡Despertad, oh arpa y lira! Despertaré al alba. 
9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; a ti cantaré salmos entre las naciones. 
10 Porque grande, hasta los cielos, es tu misericordia; y hasta las nubes, tu verdad. 
11 ¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria! 

SALMO 58
Dios, el Juez de la tierra
 

(Al músico principal. Sobre "No destruyas". Mictam de David) 
1 Oh magistrados, ¿en verdad pronunciáis justicia? ¿Juzgáis rectamente a los hijos del hombre? 
2 Más bien, con el corazón obráis iniquidad en la tierra y a la violencia abrís camino con vuestras manos. 
3 Los impíos se alienaron desde la matriz; se descarriaron desde el vientre, hablando mentira. 
4 Tienen veneno como veneno de serpiente; son como una cobra sorda que tapa sus oídos 
5 y no oye la voz de los encantadores, aun del más experto encantador. 
6 Oh Dios, rompe sus dientes en sus bocas; quiebra, oh Jehovah, los colmillos de los leones. 
7 Escúrranse como aguas que se pierden; que cuando apunten con sus flechas, éstas queden despuntadas. 
8 Pasen como la babosa que se deshace; y como un abortivo de mujer, no vean el sol. 
9 Antes que sus espinos produzcan espinas, con su ira los arrebatará cual vendaval. 
10 El justo se alegrará cuando vea la venganza, y lavará sus pies en la sangre del impío. 
11 Entonces dirá el hombre:

"Ciertamente el justo tiene frutos; ciertamente hay un Dios que juzga la tierra." 

SALMO 59
Dios, baluarte del justo
 

(Al músico principal. Sobre "No destruyas". Mictam de David, compuesto cuando Saúl mandó que ellos acecharan la casa para matarlo) 
1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí. 
2 Líbrame de los que hacen iniquidad; sálvame de los hombres sanguinarios. 
3 Porque he aquí, acechan mi vida; los prepotentes me atacan, no por transgresión o por pecado mío, oh Jehovah. 
4 Sin que yo sea culpable, corren y se preparan. Despierta para venir a mi encuentro y mira. 
5 Tú, oh Jehovah Dios de los Ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones. No tengas misericordia de ningún inicuo traidor. (Selah) 
6 Vuelven al anochecer, aúllan como perros y rodean la ciudad. 
7 He aquí, profieren con sus bocas; espadas hay en sus labios. Porque dicen: "¿Quién oye?" 
8 Pero tú, oh Jehovah, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones. 
9 Fortaleza mía, en ti esperaré; porque Dios es mi alto refugio. 
10 Mi Dios misericordioso me saldrá al encuentro. Dios me hará ver mi deseo cumplido en mis enemigos. 
11 No los mates, para que mi pueblo no se olvide. Hazles andar errantes, por tu poder. Abátelos, oh Jehovah, escudo nuestro. 
12 Por el pecado de sus bocas, por la palabra de sus labios sean presos; por su soberbia, por la maldición y por la mentira que profieren. 
13 Acábalos con furor; acábalos de modo que dejen de existir. Que se sepa que Dios domina en Jacob, hasta los confines de la tierra. (Selah) 
14 ¡Que vuelvan al anochecer y aúllen como perros! ¡Que rodeen la ciudad! 
15 Ellos andan errantes para hallar qué comer; y al no saciarse, se quejan. 
16 Pero yo cantaré a tu poder y alabaré de mañana tu misericordia; porque fuiste para mí un alto refugio y un amparo en el día de mi angustia. 
17 Fortaleza mía, a ti cantaré salmos; porque Dios es mi alto refugio, el Dios que tiene misericordia de mí. 

SALMO 60
Súplica en medio de la derrota
 

(Al músico principal. Sobre "La Rosa del Testimonio". Mictam de David, para ser enseñado. Compuesto cuando provocó la confrontación con Siria mesopotámica y Siria de Soba, y Joab volvió y derrotó a 12.000 de Edom en el valle de la Sal) 
1 Oh Dios, tú nos has desechado; has roto nuestras defensas. Te has airado. ¡Vuelve a nosotros! 
2 Hiciste temblar la tierra; la has agrietado. Restaura sus fallas, porque se desmorona. 
3 Has hecho ver duras cosas a tu pueblo; nos has hecho beber vino de aturdimiento. 
4 Has dado bandera a los que te temen, para que alcancen seguridad ante el arco. (Selah) 
5 Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados. 
6 Dios ha hablado en su santuario: "¡Cómo me regocijo! Repartiré Siquem y mediré el valle de Sucot. 
7 Mío es Galaad, y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro. 
8 Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria." 
9 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom? 
10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos? 
11 Danos socorro ante el enemigo, pues vana es la liberación que da el hombre. 
12 Con Dios haremos proezas, y él aplastará a nuestros enemigos. 

SALMO 61
Anhelo de la protección de Dios
 

(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo de David) 
1 Escucha, oh Dios, mi clamor; atiende a mi oración. 
2 Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo. 
3 Porque tú me has sido refugio y torre fortificada delante del enemigo. 
4 Que yo habite en tu tabernáculo para siempre, y me refugie al amparo de tus alas. (Selah) 
5 Pues tú, oh Dios, has oído mis votos; has dado heredad a los que temen tu nombre. 
6 Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación tras generación. 
7 Estará para siempre delante de Dios; designa la misericordia y la verdad para que lo guarden. 
8 Entonces cantaré salmos a tu nombre para siempre, para pagar mis votos día tras día. 

SALMO 62
Dios, el único refugio
 

(Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David) 
1 Sólo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación. 
2 Sólo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio; no seré grandemente movido. 
3 ¿Hasta cuándo os ensañaréis contra un hombre? ¿Lo destrozaréis todos vosotros como a una pared inclinada o una cerca derribada? 
4 Solamente consultan cómo derribarlo de su eminencia. Se complacen con la mentira. Con sus bocas bendicen, pero en su interior maldicen. (Selah) 
5 Oh alma mía, reposa sólo en Dios, porque de él es mi esperanza. 
6 Sólo él es mi roca y mi salvación; es mi alto refugio; no seré movido. 
7 Dios es mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza y mi refugio. 
8 Oh pueblos, esperad en él en todo tiempo; derramad delante de él vuestro corazón, porque Dios es nuestro refugio. (Selah) 
9 Por cierto, vanidad son los hombres comunes; mentira son los hombres notables. Si se los pesa a todos juntos en balanza, serán menos que un soplo. 
10 No confiéis en la opresión, ni os envanezcáis con la rapiña. Aunque se incremente la riqueza, no pongáis en ella el corazón. 
11 Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: que en Dios hay fortaleza. 
12 También en ti, oh Señor, hay misericordia; pues tú pagas a cada uno según su obra. 

SALMO 63
Oración de un alma sedienta de Dios
 

(Salmo de David, compuesto cuando estaba en el desierto de Judá) 
1 ¡Oh Dios, tú eres mi Dios! Con diligencia te he buscado; mi alma tiene sed de ti. Mi cuerpo te anhela en tierra árida y sedienta, carente de agua. 
2 Te he contemplado en el santuario, para admirar tu poder y tu gloria. 
3 Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. 
4 Por eso te bendeciré en mi vida, y en tu nombre alzaré mis manos. 
5 Como de sebo y de gordura se saciará mi alma; mi boca te alabará con labios de júbilo. 
6 Cuando en mi cama me acuerdo de ti, medito en ti en las vigilias de la noche. 
7 Porque tú eres mi socorro, bajo la sombra de tus alas cantaré de gozo. 
8 Mi vida está apegada a ti; tu mano derecha me sostiene. 
9 Los que buscan mi alma para destruirla caerán en las profundidades de la tierra. 
10 Los destruirán a filo de espada, y serán la porción de las zorras. 
11 Pero el rey se alegrará en Dios. Será alabado cualquiera que jura por él, pero será cerrada la boca de los que hablan mentira. 

SALMO 64
Dios prende al impío en su maldad
 

(Al músico principal. Salmo de David) 
1 Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo al enemigo. 
2 Escóndeme del consejo secreto de los malhechores, del tumulto de los que obran iniquidad. 
3 Ellos afilan sus lenguas como espadas, y disponen palabras amargas como flechas, 
4 para tirarlas a escondidas contra el inocente. De repente tiran contra él, y no temen. 
5 Se alientan unos a otros en perverso designio, y planean esconder trampas. Dicen: "¿Quién nos ha de ver?" 
6 Traman maldad, hacen un minucioso complot, hasta el íntimo pensamiento de cada uno de ellos y lo profundo del corazón. 
7 Pero Dios los herirá con sus propias flechas. De repente les sobrevendrán sus heridas. 
8 Los hará caer por sus propias lenguas; todos los que los vean moverán la cabeza. 
9 Todos los hombres temerán; anunciarán la obra de Dios y entenderán sus hechos. 
10 El justo se alegrará en Jehovah y confiará en él. Se gloriarán todos los rectos de corazón. 

SALMO 65
Alabanza a Dios por su providencia
 

(Al músico principal. Salmo. Cántico de David) 
1 En Sion, oh Dios, te corresponde la alabanza; a ti serán pagados los votos. 
2 Tú oyes la oración; a ti acudirá todo ser. 
3 Las palabras de iniquidad prevalecen contra mí, pero tú perdonarás nuestras rebeliones. 
4 Bienaventurado el hombre que tú escoges y haces que se acerque a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo. 
5 Con hechos tremendos nos responderás en justicia, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de todos los mares más distantes. 
6 Tú eres el que afirmas las montañas con poder, ceñido de poderío. 
7 Tú eres el que sosiegas el estruendo de los mares, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos. 
8 Por eso los habitantes de los confines de la tierra tienen temor de tus maravillas. Tú haces cantar de júbilo a las salidas de la mañana y de la noche. 
9 Visitas la tierra y la riegas; en gran manera la enriqueces. El río de Dios está lleno de aguas. Produces los trigales, porque así lo has preparado. 
10 Haces que se empapen sus surcos y allanas sus crestas. Disuelves los terrones con aguaceros y bendices sus brotes. 
11 Coronas el año con tus bondades, y tus recorridos fluyen abundancia. 
12 Los pastizales del desierto fluyen abundancia, y las colinas se ciñen de alegría. 
13 Los prados se visten de rebaños y los valles se cubren de grano. Gritan de júbilo y cantan

SALMO 66
Alabanza a Dios por sus hechos
 

(Al músico principal. Cántico y salmo) 
1 ¡Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra! 
2 Cantad a la gloria de su nombre; dadle la gloria en la alabanza. 
3 Decid a Dios: "¡Cuán admirables son tus obras! Por tu gran poder se someterán a ti tus enemigos. 
4 ¡Toda la tierra te adorará y cantará a ti! ¡Cantarán a tu nombre!" (Selah) 
5 Venid y ved los actos de Dios, admirable en sus hechos para con los hijos del hombre. 
6 El convirtió el mar en tierra seca, y por el río pasaron a pie. ¡Regocijémonos en él! 
7 Se enseñorea con su poder para siempre; sus ojos observan a las naciones para que los rebeldes no se enaltezcan contra él. (Selah) 
8 ¡Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios! Haced que se escuche la voz de su alabanza. 
9 El es quien preservó la vida a nuestra alma y no permitió que resbalasen nuestros pies. 
10 Tú nos has probado, oh Dios; nos has purificado como se prueba la plata. 
11 Nos metiste en la red, y pusiste apretura sobre nuestros lomos. 
12 Hiciste que los hombres cabalgaran encima de nuestras cabezas. Pasamos por el fuego y por el agua, pero luego nos sacaste a abundancia. 
13 Entraré en tu templo con holocaustos; te pagaré mis votos 
14 que pronunciaron mis labios y que mi boca prometió cuando yo estaba angustiado. 
15 Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con incienso de carneros. Sacrificaré toros y machos cabríos. (Selah) 
16 Venid; oíd, todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho por mi vida. 
17 A él invoqué con mi boca y con mi lengua lo ensalcé. 
18 Si en mi corazón yo hubiese consentido la iniquidad, el Señor no me habría escuchado. 
19 ¡Pero de veras Dios me ha escuchado! El atendió a la voz de mi oración. 
20 ¡Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración ni de mí su misericordia! 

SALMO 67
Alabanza al Salvador universal
 

(Al músico principal. Con Neguinot. Salmo y cántico) 
1 Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga. Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; (Selah) 
2 para que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación. 
3 ¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben! 
4 Alégrense y gócense las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con equidad y guiarás a las naciones de la tierra. (Selah) 
5 ¡Los pueblos te alaben, oh Dios! ¡Todos los pueblos te alaben! 
6 La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. 
7 Dios nos bendiga, y témanlo todos los confines de la tierra. 

SALMO 68
Las marchas triunfales de Dios

(Al músico principal. Salmo de David. Cántico) 
1 Dios se levantará, y se dispersarán sus enemigos; huirán de su presencia los que le aborrecen. 
2 Como se disipa el humo, así los disiparás. Como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos delante de Dios. 
3 Pero los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios y saltarán de alegría. 
4 ¡Cantad a Dios! ¡Cantad salmos a su nombre! ¡Preparad camino al que cabalga sobre las nubes! Jehovah es su nombre. ¡Alegraos delante de él! 
5 Padre de los huérfanos y juez de las viudas es Dios en su santa morada. 
6 Es el Dios que hace habitar en familia a los solitarios y saca a los cautivos a prosperidad, pero los rebeldes habitan en sequedales. 
7 Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, (Selah) 
8 la tierra tembló; también los cielos gotearon ante Dios. Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. 
9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu posesión exhausta reanimaste. 
10 Tu rebaño ha habitado en ella. Por tu bondad, oh Dios, has provisto para el pobre. 
11 El Señor da la palabra, y una gran hueste de mujeres anuncia la buena nueva: 
12 "¡Huyen, huyen los reyes de los ejércitos!" Y en casa las mujeres reparten el botín. 
13 Aunque os recostabais entre los rediles, las alas de la paloma se cubrieron de plata, y sus plumas con la amarillez del oro. 
14 Cuando el Todopoderoso esparció allí a los reyes, el monte Salmón se cubrió de nieve. 
15 ¡Monte de Dios es el monte de Basán! ¡Alto es el monte de Basán! 
16 Oh montes de elevados picachos, ¿por qué miráis con hostilidad al monte que Dios ha deseado como morada? Ciertamente Jehovah habitará allí para siempre. 
17 Los carros de Dios son miríadas de miríadas, y millares de millares. ¡Entre ellos el Señor viene del Sinaí al santuario! 
18 Subiste a lo alto, tomaste cautivos. Tomaste tributos de los hombres, aun de los rebeldes, para que allí habitase Jehovah Dios. 
19 ¡Bendito sea el Señor! Día tras día lleva nuestras cargas el Dios de nuestra salvación. (Selah) 
20 Nuestro Dios es Dios de salvación; de Jehovah el Señor es el librar de la muerte. 
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos; la cabelluda coronilla del que camina en sus pecados. 
22 El Señor dijo: "De Basán los haré volver; los haré volver de lo profundo del mar, 
23 para que laves tus pies en sangre, y también la lengua de tus perros en la de tus enemigos. 
24 ¡Ved las marchas triunfales de Dios, las marchas triunfales de mi Dios y Rey, en el santuario! 
25 Los cantores van delante, los músicos detrás, y en medio van las jóvenes tocando tamboriles. 
26 ¡Bendecid a Dios en la congregación! ¡Bendecid al Señor, vosotros de la estirpe de Israel! 
27 Allí está Benjamín, el más joven, dirigiéndoles. Allí están los jefes de Judá con su multitud, los jefes de Zabulón y los jefes de Neftalí. 
28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza. ¡Confirma, oh Dios, lo que has hecho en nosotros! 
29 Por causa de tu templo en Jerusalén, los reyes te traerán obsequios. 
30 Reprende a la fiera del cañaveral, a la manada de toros con los becerros de los pueblos. Atropella a los que persiguen la plata. Dispersa a los pueblos que se complacen en las batallas. 
31 Vendrán dignatarios de Egipto; Etiopía extenderá sus manos hacia Dios. 
32 Reinos de la tierra, cantad a Dios; ¡cantad al Señor! (Selah) 
33 Cantad al que cabalga en los cielos, los cielos milenarios; él emitirá su voz, su poderosa voz. 
34 ¡Reconoced el poderío de Dios! Sobre Israel sea su magnificencia, y su poder en los cielos. 
35 Temible eres, oh Dios, en tu santuario. El Dios de Israel es quien da poder y vigor a su pueblo. ¡Bendito sea Dios! 

SALMO 69
Oración de un alma angustiada
 

(Al músico principal. Sobre Sosanim. Salmo de David) 
1 ¡Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta mi alma! 
2 Estoy hundido en el lodo profundo, donde no hay suelo firme. He llegado a las profundidades de las aguas, y la corriente me ha arrastrado. 
3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido. Mis ojos han desfallecido esperando a mi Dios. 
4 Los que me aborrecen sin causa se han aumentado; son más que los cabellos de mi cabeza. Se han fortalecido mis enemigos que me destruyen sin razón. ¡He tenido que devolver lo que no había robado! 
5 Oh Dios, tú conoces mi insensatez; mis pecados no te son ocultos. 
6 No sean avergonzados por mi culpa los que esperan en ti, oh Señor Jehovah de los Ejércitos. No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel. 
7 Por tu causa he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi cara. 
8 He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero para los hijos de mi madre. 
9 Pues el celo por tu casa me ha consumido, y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí. 
10 Me afligí a mí mismo con ayuno; también esto me ha servido de afrenta. 
11 Además, me puse cilicio como vestido y llegué a servirles de refrán. 
12Hablaban contra mí los que se sentaban en el tribunal, y los borrachos cantaban canciones contra mí. 
13 Sin embargo, oh Jehovah, yo dirigía a ti mi oración en el tiempo de tu buena voluntad. Oh Dios, respóndeme por tu gran bondad, por la verdad de tu salvación. 
14 Sácame del lodo; no sea yo sumergido. Sea yo librado de los que me aborrecen, y de las profundidades de las aguas. 
15 No me arrastre la corriente de las aguas; no me trague el abismo, ni la fosa cierre su boca sobre mí. 
16 Escúchame, oh Jehovah, porque buena es tu misericordia. Mírame conforme a tu inmensa compasión. 
17 No escondas tu rostro de tu siervo, porque estoy angustiado; apresúrate a escucharme. 
18 Acércate a mi alma y redímela; líbrame a causa de mis enemigos. 
19 Tú conoces mi afrenta, mi confusión y mi oprobio. Delante de ti están todos mis enemigos. 
20 La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé que alguien se compadeciera de mí, y no hubo quién. Busqué consoladores y no hallé ninguno. 
21 Además, me dieron hiel en lugar de alimento, y para mi sed me dieron de beber vinagre. 
22 Séales una trampa la mesa que tienen delante; lo que es para bien, séales tropiezo. 
23 Oscurézcanse sus ojos para no ver, y haz que siempre tambaleen sus lomos. 
24 Derrama tu ira sobre ellos, y el furor de tu enojo los alcance. 
25 Quede desolada su casa, y en sus tiendas no haya morador. 
26 Porque persiguieron a quien tú heriste, y comentan el dolor de los que tú llagaste. 
27 Añade maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. 
28 Sean borrados del libro de los vivientes, y no sean contados con los justos. 
29 Yo estoy afligido y dolorido. Tu liberación, oh Dios, me ponga en alto. 
30 Alabaré con cánticos el nombre de Dios; lo exaltaré con acciones de gracias. 
31 Esto agradará a Jehovah más que sacrificios de toros o de novillos que echan cuernos y pezuñas. 
32 Lo ven los humildes y se alegran. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón. 
33 Porque Jehovah escucha a los necesitados; y no menosprecia a sus prisioneros. 
34 Alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que se mueve en ellos. 
35 Porque Dios salvará a Sion y reedificará las ciudades de Judá. Habitarán allí y la poseerán. 
36 Los descendientes de sus siervos la heredarán, y los que aman su nombre habitarán en ella. 

SALMO 70
Oración pidiendo liberación
 

(Al músico principal. Salmo de David. Para conmemorar) 
1 ¡Ten a bien, oh Dios, librarme! ¡Oh Jehovah, apresúrate a socorrerme! 
2 Sean avergonzados y humillados los que buscan mi vida. Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal. 
3 Vuelvan a causa de su vergüenza los que dicen: "¡Ajá, ajá!" 
4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan. Digan siempre los que aman tu salvación: "¡Dios sea engrandecido!" 
5 Aunque yo sea pobre y necesitado, ¡apresúrate y ven a mí, oh Dios! Tú eres mi ayuda y mi libertador. ¡Oh Jehovah, no te tardes! 

SALMO 71
Oración de un anciano en peligro
 

1
En ti, oh Jehovah, me he refugiado;
no sea yo avergonzado jamás. 
2 Socórreme y líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído y sálvame. 
3 Sé tú mi roca fuerte a donde recurra yo continuamente. Has mandado que yo sea librado, porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 
4 Oh Dios mío, líbrame de la mano de los impíos, de la mano de los perversos y opresores. 
5 Porque tú, oh Señor Jehovah, eres mi esperanza, mi seguridad desde mi juventud. 
6 Por ti he sido sustentado desde el vientre; tú eres quien me sacó del seno de mi madre. Siempre será tuya mi alabanza. 
7 Para muchos he sido objeto de asombro, pero tú eres mi fuerte refugio. 
8 Esté llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. 
9 No me deseches en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando mi fuerza se acabe. 
10 Porque mis enemigos han hablado contra mí, y los que acechan mi vida consultan unidos 
11 diciendo: "Dios lo ha abandonado. Perseguidlo y capturadlo, porque no hay quien lo libre." 
12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme. 
13 Sean avergonzados y desfallezcan los adversarios de mi alma. Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que buscan mi mal. 
14 Pero yo siempre esperaré; te alabaré más y más. 
15 Mi boca proclamará tu justicia y tu salvación, todo el día, aunque no sepa enumerarlas. 
16 Celebraré los poderosos actos del Señor Jehovah; haré memoria de tu justicia, que es sólo tuya. 
17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud; hasta ahora he manifestado tus maravillas. 
18 Aun en la vejez y en las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que proclame a la posteridad las proezas de tu brazo, tu poderío a todos los que han de venir, 
19 y tu justicia, oh Dios, hasta lo sumo. Porque has hecho grandes cosas. ¡Oh Dios, quién como tú! 
20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás desde los abismos de la tierra. 
21 Aumentarás mi grandeza y me volverás a consolar. 
22 Asimismo, oh Dios mío, te alabaré con la lira. Tu verdad cantaré con el arpa, oh Santo de Israel. 
23 Mis labios se alegrarán, cuando yo te cante salmos; aun mi alma, a la cual has redimido. 
24 También mi lengua hablará de tu justicia todo el día, porque fueron avergonzados y confundidos los que procuraban mi mal. 

SALMO 72
El reinado del rey ideal
 

(A Salomón) 
1 Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. 
2 El juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus pobres con rectitud. 
3 Los montes producirán paz para el pueblo; y las colinas, justicia. 
4 Juzgará a los pobres del pueblo; salvará a los hijos del necesitado y quebrantará al opresor. 
5 Durará con el sol y la luna, generación tras generación. 
6 Descenderá como lluvia sobre la hierba cortada, como los aguaceros que humedecen la tierra. 
7 En sus días florecerá el justo; habrá abundancia de paz, hasta que no haya más luna. 
8 Dominará de mar a mar, y desde el Río hasta los confines de la tierra. 
9 Delante de él se postrarán los habitantes del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. 
10 Los reyes de Tarsis y de las costas del mar le traerán presentes; los reyes de Saba y de Seba le presentarán tributo. 
11 Ante él se arrodillarán todos los reyes, y le servirán todas las naciones. 
12 Librará al necesitado que suplica, y al pobre que no tiene quien le socorra. 
13 Tendrá piedad del pobre y del necesitado, y salvará las vidas de los necesitados. 
14 De la opresión y de la violencia redimirá sus vidas; la sangre de ellos será preciosa a sus ojos. 
15 Vivirá, y se le dará el oro de Saba. Se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá. 
16 Haya abundancia de grano en la tierra; sea copioso en las cumbres de los montes. Su fruto brotará como el Líbano, y surgirá como la hierba de la tierra. 
17 Para siempre será su nombre; será perpetuado mientras dure el sol. En él serán benditas todas las naciones, y lo llamarán bienaventurado. 
18 ¡Bendito sea Jehovah Dios, Dios de Israel! Sólo él hace maravillas. 
19 ¡Bendito sea para siempre su nombre glorioso! Toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén. 
20 Aquí terminan las oraciones de David hijo de Isaí. 

 
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