1ª Crónicas 11-22

CAPITULO 11
David es proclamado rey de Israel

1 Entonces todos los de Israel acudieron a David, en Hebrón, y le dijeron: "He aquí, nosotros somos hueso tuyo y carne tuya.
2 En tiempos pasados, cuando Saúl aún reinaba, tú eras quien sacaba y hacía volver a Israel. Y Jehovah tu Dios te dijo: ’Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y serás el soberano de mi pueblo Israel.’ " 
3 Fueron, pues, todos los ancianos de Israel al rey, en Hebrón. Y David hizo un pacto con ellos en Hebrón, delante de Jehovah. Entonces ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehovah por medio de Samuel.

David toma la fortaleza de Sion 

4
Entonces David, con todo Israel, fue a Jerusalén, la cual es Jebús, donde estaban los jebuseos, habitantes de aquella tierra.
5 Y los habitantes de Jebús dijeron a David: "Tú no entrarás acá." Sin embargo, David tomó la fortaleza de Sion, que es la Ciudad de David.
6 Y dijo David: "El que ataque primero a los jebuseos será cabeza y jefe." Entonces Joab, hijo de Sarvia, subió primero y fue hecho jefe. 
7 David habitó en la fortaleza, y por eso la llamaron la Ciudad de David.
8 El edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta los alrededores. Y Joab restauró el resto de la ciudad. 
9 David iba engrandeciéndose más y más, y Jehovah de los Ejércitos estaba con él.

Los tres valientes de David

10 Estos son los principales de los valientes que tenía David, los que junto con todo Israel le dieron apoyo en su reinado, para hacerle rey, conforme a la palabra de Jehovah respecto a Israel.
11 Esta es la lista de los valientes que tenía David:
Jasobeam hijo de Hacmoni era jefe de los treinta. El blandió su lanza contra 300, y los mató de una sola vez. 
12 Después de él estaba Eleazar hijo de Dodo, el ajojita. El era uno de los tres valientes,
13 que estaba con David en Pas-damim cuando los filisteos se reunieron allí para la batalla.
Había una parcela de tierra llena de cebada. El pueblo había huido ante los filisteos,
14 pero él se puso firme en medio de la parcela y la defendió, derrotando a los filisteos. Y Jehovah les dio una gran victoria. 
15 Tres de los treinta principales descendieron hasta la peña donde estaba David, en la cueva de Adulam, mientras el ejército de los filisteos acampaba en el valle de Refaím.
16 David estaba entonces en la fortaleza, y un destacamento de los filisteos estaba en Belén.
17 Entonces David sintió un vivo deseo y dijo: "¡Quién me diera de beber agua de la cisterna de Belén, que está junto a la puerta!" 
18 Entonces los tres irrumpieron en el campamento de los filisteos y sacaron agua de la cisterna de Belén, que estaba junto a la puerta. Se la llevaron y la presentaron a David. Pero David no la quiso beber, sino que la derramó como una libación a Jehovah, diciendo:
19 "¡Lejos esté de mí, oh Dios mío, el hacer esto! ¿He de beber yo la sangre de estos hombres que fueron con riesgo de sus vidas? Porque la han traído con riesgo de sus vidas." Y no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.

Los treinta valientes de David 

20
Abisai, hermano de Joab, era el jefe de los treinta. El blandió su lanza contra 300 y los mató, y tuvo renombre junto con los tres.
21 Entre los treinta, él era el más respetado y fue su jefe; pero no fue incluido entre los tres. 
22 Benaías hijo de Joyada era hijo de un hombre valeroso de Cabseel, de grandes hazañas. El mató a los dos héroes de Moab. El descendió y mató un león dentro de una cisterna, un día de nieve.
23 El también mató a un egipcio, hombre de 5 codos de estatura. El egipcio tenía en su mano una lanza como un rodillo de telar, y Benaías salió a su encuentro con un palo, pero arrebató la lanza de la mano del egipcio y lo mató con su propia lanza.
24 Estas cosas hizo Benaías hijo de Joyada y tuvo renombre junto con los tres valientes.
25 He aquí que era el más respetado de los treinta, pero no llegó a estar entre los tres. David lo puso al frente de su guardia personal. 
26 Y los valientes eran: Asael, hermano de Joab; Eljanán hijo de Dodo, de Belén;
27 Samot el harorita; Heles el pelonita;
28 Ira hijo de Iques, de Tecoa; Abiezer, de Anatot;
29 Sibecai, de Husa; Ilai el ajojita;
30 Maharai, de Netofa; Heled hijo de Baaná, de Netofa;
31 Itai hijo de Ribai, de Gabaa de los hijos de Benjamín; Benaías, de Piratón;
32 Hurai, de los arroyos de Gaas; Abiel, de Arabá;
33 Azmávet el barjumita; Eliaba, de Saalbín;
34 los hijos de Hasem el gizonita; Jonatán hijo de Sage el hararita;
35 Ajiam hijo de Sacar el hararita; Elifal hijo de Ur;
36 Hefer el mequeratita; Ajías el pelonita;
37 Hezro, de Carmel; Naarai hijo de Ezbai;
38 Joel, hermano de Natán; Mibjar hijo de Hagrai;
39 Selec el amonita; Najarai, de Beerot, escudero de Joab, hijo de Sarvia;
40 Ira, de Jatir; Gareb, de Jatir;
41 Urías el heteo; Zabad hijo de Ajlai;
42 Adina hijo de Siza el rubenita, jefe de los rubenitas, y treinta con él;
43 Hanán, hijo de Maaca; Josafat el mitnita;
44 Uzías, de Astarot; Sama y Jeiel, hijos de Hotam, de Aroer;
45 Yediael hijo de Simri y su hermano Yoja el tizita;
46 Eliel, de Majanaim; Jeribai y Josavías, hijos de Elnaam; Itma el moabita;
47 Eliel, Obed y Jaasiel el mesobaíta.

CAPITULO 12
Componentes de la tropa de David
 

Los que hicieron rey a David en Israel 

23
Estos son los totales de los hombres listos para la guerra, que fueron a David, en Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehovah: 
24 De los hijos de Judá, 6.800 hombres listos para la guerra, los cuales portaban escudo y lanza. 
25 De los hijos de Simeón, 7.100 hombres valientes para la guerra. 
26 De los hijos de Leví, 4.600.
27 Asimismo, Joyada, jefe de los descendientes de Aarón, y con él, 3.700.
28 También Sadoc, un joven valiente, con 22 jefes de su casa paterna. 
29 De los hijos de Benjamín, hermanos de Saúl, 3.000, pues hasta aquel tiempo la mayor parte de ellos guardaban fidelidad a la casa de Saúl. 
30 De los hijos de Efraín, 20.800 hombres valientes e ilustres en sus casas paternas. 
31 De la media tribu de Manasés, 18.000, que fueron designados por nombre para ir a proclamar rey a David. 
32 De los hijos de Isacar, 200 expertos en entender los tiempos, que sabían lo que Israel debía hacer y cuyas órdenes seguían todos sus hermanos. 
33 De Zabulón, 50.000 hombres aptos para la guerra, listos para la batalla con todo tipo de armas de guerra, dispuestos a prestar ayuda a David con todo el corazón. 
34 De Neftalí, 1.000 principales, y con ellos 37.000 con escudo y lanza. 
35 De Dan, 28.600 hombres dispuestos para la batalla. 
36 De Aser, 40.000 hombres aptos para la guerra, dispuestos para la batalla. 
37 Del otro lado del Jordán, de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés, 120.000 hombres armados con todo tipo de armas de guerra. 
38 Todos estos hombres de guerra, listos para la batalla, fueron a Hebrón con corazón sincero para proclamar a David rey sobre todo Israel. Todos los demás de Israel participaban también del mismo sentir para proclamar rey a David.
39 Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían provisto para ellos.
40 También los que les eran vecinos, hasta Isacar, Zabulón y Neftalí, llevaron alimentos en asnos, camellos, mulos y bueyes, provisiones de harina, tortas de higos, tortas de pasas, vino, aceite, vacas y ovejas en abundancia, porque había alegría en Israel.

CAPITULO 13
Intento de llevar el arca a Jerusalén
 

1 Entonces David consultó con los jefes de millares y de centenas y con todos los oficiales.
2 Y dijo David a toda la congregación de Israel: "Si os parece bien y si es la voluntad de Jehovah nuestro Dios, enviemos mensajeros a todas partes, para llamar a nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel y con ellos a los sacerdotes y levitas que están en sus ciudades y campos de alrededor, para que se reúnan con nosotros,
3 y traigamos hasta nosotros el arca de nuestro Dios, porque en el tiempo de Saúl no le consultamos." 
4 Toda la congregación dijo que se hiciese así, porque el asunto pareció bien a todo el pueblo.
5 Entonces David reunió a todo Israel, desde Sijor en Egipto hasta Lebo-hamat, para traer de Quiriat-jearim el arca de Dios. 
6 David subió con todo Israel a Baala, es decir, a Quiriat-jearim, que pertenece a Judá, para subir desde allí el arca de Dios, Jehovah, que tiene su trono entre los querubines, sobre la cual es invocado su nombre.
7 Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva, y se la llevaron de la casa de Abinadab. Uza y Ajío guiaban la carreta.
8 David y todo Israel se regocijaban delante de Dios, con todas sus fuerzas, con canciones, arpas, liras, panderetas, címbalos y trompetas. 
9 Cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sujetarla, porque los bueyes tropezaron.
10 Entonces el furor de Jehovah se encendió contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca. Y murió allí, delante de Dios. 
11 David se disgustó porque Jehovah había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza, hasta el día de hoy.
12 Aquel día David tuvo temor de Dios y dijo: "¿Cómo he de traer a mí el arca de Dios?"
13 No llevó, pues, David el arca consigo, a la Ciudad de David. Más bien, la desvió a la casa de Obed-edom el geteo.
14 El arca de Dios quedó con la familia de Obed-edom, en su casa, durante tres meses. Y Jehovah bendijo a la familia de Obed-edom y todo lo que tenía.

CAPITULO 14
David edifica su casa

1 Entonces Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David; también madera de cedro, albañiles y carpinteros para edificarle una casa.
2 Entonces David comprendió que Jehovah le había confirmado como rey sobre Israel y que había enaltecido su reino por amor a su pueblo Israel.

Hijos de David nacidos en Jerusalén 

3
Entonces David tomó más mujeres en Jerusalén y engendró más hijos e hijas.
4 Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
5 Ibjar, Elisúa, Elpelet,
6 Noga, Néfeg, Jafía,
7 Elisama, Beeliada y Elifelet.

David derrota a los filisteos 

8
Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Cuando David oyó esto, salió contra ellos.
9 Los filisteos llegaron y se extendieron por el valle de Refaím.
10 Entonces David consultó a Dios diciendo:
-¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehovah le respondió: -Sube, porque los entregaré en tu mano. 
11 Subieron a Baal-perazim, y allí los derrotó David. Entonces dijo David: -¡Dios ha irrumpido contra mis enemigos por mi mano, como irrumpen las aguas!
Por eso llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim.
12 Los filisteos abandonaron allí sus dioses, y David ordenó que fuesen quemados. 
13 Los filisteos volvieron a extenderse por el valle.
14 Entonces David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo:
-No subas tras ellos, sino rodéalos y alcánzalos frente a los árboles de bálsamo.
15 Y sucederá que cuando escuches el sonido de una marcha en las copas de los árboles, sal a la batalla; porque Dios saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos. 
16 David hizo como Dios le había mandado, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
17 La fama de David se divulgó por todos los países. Y Jehovah hizo que todas las naciones temieran a David.

CAPITULO 15
David traslada el arca a Jerusalén

1 David construyó casas para sí en la Ciudad de David, y edificó un lugar para el arca de Dios y le levantó una tienda.
2 Entonces dijo David: "El arca de Dios no debe ser traída sino por los levitas, porque a ellos ha elegido Jehovah para que lleven el arca de Jehovah y le sirvan perpetuamente." 
3 David congregó a todo Israel en Jerusalén para hacer subir el arca de Jehovah al lugar que había preparado para ella.
4 David reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas:
5 De los hijos de Cohat el principal era Uriel, y sus hermanos eran 120.
6 De los hijos de Merari, el principal era Asaías, y sus hermanos, 220.
7 De los hijos de Gersón, el principal era Joel, y sus hermanos, 130.
8 De los hijos de Elizafán, el principal era Semaías, y sus hermanos, 200.
9 De los hijos de Hebrón, el principal era Eliel, y sus hermanos, 80.
10 De los hijos de Uziel, el principal era Aminadab, y sus hermanos, 112. 
11 Entonces David llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab,
12 y les dijo: "Vosotros que sois los jefes de las casas paternas de los levitas, purificaos junto con vuestros hermanos, y haced subir el arca de Jehovah Dios de Israel al lugar que le he preparado.
13 Porque por no haber estado vosotros la primera vez, Jehovah nuestro Dios irrumpió contra nosotros; pues no le consultamos de acuerdo con lo establecido." 
14 Los sacerdotes y los levitas se purificaron para traer el arca de Jehovah Dios de Israel.
15 Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios sobre sus hombros, puesta en las varas, como había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehovah. 
16 Asimismo, David dijo a los principales de los levitas que designaran de sus hermanos a cantores, con instrumentos musicales: liras, arpas y címbalos resonantes, y que levantasen la voz con alegría.
17 Entonces los levitas nombraron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari, sus hermanos, a Eitán hijo de Cusaías.
18 Con ellos estaban sus hermanos, de segundo orden: los porteros Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Yejiel, Uni, Eliab, Benaías, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel. 
19 Los músicos Hemán, Asaf y Eitán hacían sonar címbalos de bronce.
20 Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Yejiel, Uni, Eliab, Maasías y Benaías tocaban liras sobre Alamot.
21 Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías tocaban arpas sobre Seminit, para dirigir.
22 Quenanías, jefe de los levitas, daba instrucciones en el canto, porque era entendido en ello. 
23 Berequías y Elcana eran guardianes del arca.
24 Los sacerdotes Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaías y Eliezer tocaban las trompetas delante del arca de Dios. Obed-edom y Yejías eran también guardianes del arca. 
25 Entonces David, los ancianos de Israel y los jefes de los millares fueron para hacer subir con regocijo el arca del pacto de Jehovah desde la casa de Obed-edom.
26 Y sucedió que cuando Dios ayudó a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehovah, ellos sacrificaron siete toros y siete carneros.
27 David estaba vestido con una túnica de lino fino, así como todos los levitas que llevaban el arca, los cantores y Quenanías, el director del canto de los cantores. David llevaba también un efod de lino sobre sí.
28 De esta manera, todo Israel subía el arca del pacto de Jehovah, con gritos de júbilo y con sonido de corneta, con trompetas, con címbalos resonantes, con liras y con arpas. 
29 Y sucedió que cuando el arca del pacto de Jehovah llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David bailando y regocijándose, lo menospreció en su corazón. 

CAPITULO 16

1 Así trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios. 
2 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehovah.
3 Entonces repartió a todos los de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles y una de pasas. 
4 También puso delante del arca de Jehovah a servidores de entre los levitas para que invocasen, dieran gracias y alabasen a Jehovah Dios de Israel: 
5 Asaf era el jefe; el segundo después de él era Zacarías; y luego Jeiel, Semiramot, Yejiel, Matatías, Eliab, Benaías, Obed-edom y Jeiel, con instrumentos, arpas y liras. Asaf tocaba los címbalos resonantes.
6 También los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios. 
7 Aquel mismo día, por primera vez, David ordenó cantar este salmo de acción de gracias a Jehovah, por medio de Asaf y sus hermanos:

Salmo de acción de gracias 

8
¡Dad gracias a Jehovah!
¡Invocad su nombre! Dad a conocer entre los pueblos sus hazañas. 
9 Cantadle, cantadle salmos;
hablad de todas sus maravillas. 
10 Gloriaos en su santo nombre;
alégrese el corazón de los que buscan a Jehovah. 
11 Buscad a Jehovah y su poder;
buscad continuamente su rostro. 
12 Acordaos de las maravillas que ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de su boca, 
13 oh vosotros, descendientes de Israel, su siervo;
hijos de Jacob, sus escogidos. 
14 El es Jehovah, nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios. 
15 Acordaos para siempre de su pacto
-de la palabra que mandó para mil generaciones-, 
16 el cual hizo con Abraham,
y de su juramento a Isaac. 
17 El lo confirmó a Jacob por estatuto,
como pacto sempiterno a Israel, 
18 diciendo: "A ti daré la tierra de Canaán,
como la porción que poseeréis." 
19 Cuando eran pocos en número,
muy pocos y forasteros en ella; 
20 cuando andaban de nación en nación
y de un reino a otro pueblo, 
21 no permitió que nadie los oprimiese;
más bien, por causa de ellos castigó a reyes. 
22 Dijo: "¡No toquéis a mis ungidos,
ni hagáis mal a mis profetas!" 
23 ¡Cantad a Jehovah, toda la tierra!
Anunciad de día en día su salvación. 
24 Contad entre las naciones su gloria,
entre todos los pueblos sus maravillas; 
25 porque grande es Jehovah, y digno de suprema alabanza.
El es temible sobre todos los dioses; 
26 porque todos los dioses de los pueblos son ídolos,
pero Jehovah hizo los cielos. 
27 Gloria y esplendor hay delante de él;
poder y alegría hay en su morada. 
28 Dad a Jehovah, oh familias de pueblos,
dad a Jehovah la gloria y el poder. 
29 Dad a Jehovah la gloria debida a su nombre; traed ofrendas y venid ante su presencia;
adorad a Jehovah en la hermosura de la santidad; 
30 tiemble ante su presencia toda la tierra. Ciertamente ha afirmado el mundo,
y no será movido. 
31 ¡Alégrense los cielos, y gócese la tierra! Que digan entre las naciones:
"¡Jehovah reina!" 
32 ¡Ruja el mar y su plenitud! ¡Regocíjese el campo,
y todo lo que hay en él! 
33 Entonces cantarán con júbilo los árboles del bosque delante de Jehovah,
porque él viene para juzgar la tierra. 
34 ¡Alabad a Jehovah, porque es bueno;
porque para siempre es su misericordia! 
35 Y decid: "¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre,
para que nos gloriemos en tus alabanzas." 
36 ¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad! Y todo el pueblo dijo: "¡Amén!" Y alabó a Jehovah.

Los que servían en el tabernáculo 

37
David dejó allí, delante del arca del pacto de Jehovah, a Asaf y a sus hermanos, para que sirviesen continuamente delante del arca, e hicieran cada cosa en su día;
38 también a Obed-edom y a sus sesenta y ocho hermanos. Y puso como porteros a Obed-edom hijo de Jedutún y a Hosa. 
39 Asimismo, puso al sacerdote Sadoc y a sus hermanos los sacerdotes delante del tabernáculo de Jehovah que estaba en el lugar alto de Gabaón,
40 para que ofrecieran holocaustos a Jehovah continuamente en el altar del holocausto, al amanecer y al atardecer, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehovah que él mandó a Israel.
41 Con ellos estaban Hemán, Jedutún y otros escogidos que fueron designados por nombre, para alabar a Jehovah, porque para siempre es su misericordia.
42 Con ellos estaban Hemán y Jedutún con trompetas, címbalos resonantes y otros instrumentos para el canto de Dios. Y los hijos de Jedutún fueron designados para la puerta. 
43 Después todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.

CAPITULO 17
Dios promete a David una casa estable
 

1 Aconteció que cuando David ya habitaba en su casa, David dijo al profeta Natán:
-He aquí, yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca del pacto de Jehovah está bajo una tienda. 
2 Y Natán dijo a David:
-Haz todo lo que hay en tu corazón, porque Dios está contigo. 
3 Pero aconteció que aquella noche vino la palabra de Dios a Natán, diciendo:
4 "Vé y di a mi siervo David que así ha dicho Jehovah: ’No serás tú el que me edifique una casa en la que yo habite.’
5 Ciertamente no he habitado en una casa desde el día en que hice subir a Israel, hasta el día de hoy. Más bien, he estado de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.
6 Dondequiera que he peregrinado con todo Israel, ¿acaso he dicho una palabra a alguno de los jueces de Israel, al que comisioné para apacentar a mi pueblo, preguntando: ’¿Por qué no me habéis edificado una casa de cedro?’ 
7 "Ahora pues, dirás a mi siervo David que así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: ’Yo te tomé del prado, de detrás del rebaño, para que fueras el soberano de mi pueblo Israel.
8 He estado contigo por dondequiera que has andado. He eliminado a todos tus enemigos de tu presencia, y haré que tu nombre sea como el nombre de los grandes de la tierra.
9 Asimismo, dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que habite en su lugar sin que sea molestado más, ni los inicuos vuelvan a consumirlo como al comienzo,
10 desde los días en que constituí jueces sobre mi pueblo Israel. Y yo doblegaré a todos tus enemigos.
 ’Además, te declaro que Jehovah te edificará casa a ti.
11 Sucederá que cuando se cumplan tus días para que vayas a estar con tus padres, yo levantaré después de ti a un descendiente tuyo, que será uno de tus hijos, y afirmaré su reino.
12 El me edificará una casa, y yo estableceré su trono para siempre.
13 Yo seré para él, padre; y él será para mí, hijo. Y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que te antecedió.
14 Lo estableceré en mi casa y en mi reino para siempre, y su trono será estable para siempre." 
15 Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión.

David alaba a Dios por su promesa 

16
Entonces entró el rey David, se sentó delante de Jehovah y dijo: "Oh Jehovah Dios, ¿quién soy yo, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
17 Y esto te ha parecido poco, oh Dios, pues has hablado del futuro de la casa de tu siervo, y me has mirado a mí como a uno de los hombres más excelsos, oh Jehovah Dios.
18 ¿Qué más puede añadir David ante ti, por haber honrado a tu siervo? Pues tú conoces a tu siervo,
19 oh Jehovah. A favor de tu siervo y conforme a tu corazón, has realizado toda esta gran cosa para dar a conocer todas estas grandezas.
20 Oh Jehovah, no hay nadie como tú, ni hay Dios aparte de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. 
21 "¿Y qué otra nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue para rescatarlo como pueblo para sí, a fin de darte renombre mediante hechos grandes y temibles, al expulsar las naciones ante tu pueblo que rescataste de Egipto?
22 Has puesto a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehovah, has venido a ser su Dios. 
23 "Ahora pues, oh Jehovah, sea firme para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, y haz tal como has dicho.
24 Sea firme y engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: ’Jehovah de los Ejércitos, Dios de Israel, es Dios de Israel.’ Que la casa de tu siervo David sea estable delante de ti;
25 porque tú, oh Dios mío, has revelado al oído de tu siervo que le has de edificar casa. Por esto, tu siervo ha hallado valor para orar en tu presencia.
26 Ahora pues, oh Jehovah, tú eres Dios, y has prometido este bien a tu siervo.
27 Y ahora, ten a bien bendecir a la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti. Porque tú, oh Jehovah, la has bendecido, y será bendita para siempre."

CAPITULO 18
Victorias militares de David
 

1 Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos y los sometió. Entonces tomó Gat y sus aldeas de mano de los filisteos. 
2 También derrotó a los moabitas, y los moabitas fueron hechos siervos de David y le llevaban tributo. 
3 También derrotó David a Hadad-ezer, rey de Soba, en Hamat, cuando éste iba a establecer su dominio hasta el río Eufrates.
4 David le capturó 1.000 carros, 7.000 hombres de a caballo y 20.000 hombres de infantería. Y desjarretó David todos los caballos de los carros, pero dejó de ellos los de 100 carros.
5 Los sirios de Damasco fueron para ayudar a Hadad-ezer, rey de Soba; y David hirió a 22.000 hombres de los sirios.
6 Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo.
Y Jehovah daba la victoria a David por dondequiera que iba. 
7 David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadad-ezer y los trajo a Jerusalén.
8 Asimismo, David tomó gran cantidad de bronce de Tibjat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, con que Salomón hizo la fuente de bronce, las columnas y los utensilios de bronce. 
9 Cuando Tou, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,
10 envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber combatido contraHadad-ezer y por haberlo derrotado, porque Tou estaba en guerra con Hadad-ezer. Le envió toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce,
11 que el rey David también consagró a Jehovah, junto con la plata y el oro que había tomado de todas las naciones: de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec. 
12 También Abisai, hijo de Sarvia, derrotó a 18.000 hombres de Edom en el Valle de la Sal.
13 El instaló puestos militares en Edom, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David.
Y Jehovah daba la victoria a David por dondequiera que iba.

Oficiales de David 

14
David reinaba sobre todo Israel y practicaba el derecho y la justicia con todo su pueblo.
15 Joab, hijo de Sarvia, estaba al mando del ejército. Josafat hijo de Ajilud era el cronista.
16 Sadoc hijo de Ajitob y Abimelec hijo de Abiatar eran los sacerdotes; Savsa era el escriba;
17 Benaías hijo de Joyada estaba al mando de los quereteos y de los peleteos. Y los hijos de David eran los primeros al lado del rey.

CAPITULO 19
El rey de Amón afrenta a David
 

1 Aconteció después de esto que murió Najas, rey de los hijos de Amón, y su hijo reinó en su lugar.
2 Entonces David pensó: "Mostraré bondad a Hanún hijo de Najas, porque su padre mostró bondad conmigo."
David envió mensajeros para darle el pésame por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron a la tierra de los hijos de Amón, para dar el pésame a Hanún,
3 los jefes de los hijos de Amón dijeron a Hanún: "¿Te parece que David está honrando a tu padre, porque te ha enviado personas que te den el pésame? ¿No habrán venido a ti sus servidores para reconocer, explorar y espiar el país?" 
4 Entonces Hanún tomó a los servidores de David, les rapó, cortó sus vestidos por la mitad, hasta el trasero, y los despidió. 
5 Fueron e informaron a David acerca de aquellos hombres, y él envió a encontrarles, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. El rey mandó que les dijeran: "Permaneced en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volved."

Derrota de la coalición siroamonita 

6
Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron 1.000 talentos de plata para tomar a sueldo carros y jinetes de Siria mesopotámica y de los sirios de Maaca y de Soba.
7 Alquilaron 32.000 carros y al rey de Maaca con su pueblo, los cuales vinieron y acamparon frente a Medeba. Los hijos de Amón se reunieron desde sus ciudades y fueron a la batalla.
8 Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes. 
9 Los hijos de Amón salieron y dispusieron la batalla a la entrada de la ciudad. Y los reyes que habían venido estaban aparte, en el campo. 
10 Al ver Joab que el frente de batalla estaba delante y detrás de él, eligió a algunos de entre todos los escogidos de Israel y los dispuso para enfrentar a los sirios.
11 Puso al resto de la gente bajo el mando de su hermano Abisai, y se dispusieron para enfrentar a los hijos de Amón.
12 Y Joab dijo: "Si los sirios son más fuertes que yo, tú me darás auxilio; pero si los hijos de Amón son más fuertes que tú, yo te auxiliaré.
13 Esfuérzate, y luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios; y que Jehovah haga lo que le parezca bien." 
14 Entonces se acercó Joab, con la gente que estaba con él, para combatir contra los sirios; pero éstos huyeron ante él.
15 Al ver que los sirios habían huido, los hijos de Amón también huyeron ante su hermano Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén. 
16 Los sirios, al verse derrotados por Israel, enviaron mensajeros y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del Río, al frente de los cuales estaba Sofac, jefe del ejército de Hadad-ezer. 
17 Cuando se le informó a David, éste reunió a todo Israel; y cruzando el Jordán, fue hacia ellos y dispuso sus escuadrones contra ellos. David dispuso la batalla para enfrentarse con los sirios, y éstos combatieron contra él.
18 Pero los sirios huyeron ante Israel, y David mató de los sirios a 7.000 hombres de los carros y a 40.000 hombres de infantería. También mató a Sofac, jefe del ejército. 
19 Al ver los servidores de Hadad-ezer que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los sirios no quisieron volver a socorrer a los hijos de Amón.

CAPITULO 20
David captura Rabat-amón
 

1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo en que los reyes suelen salir a la guerra, que Joab condujo las fuerzas del ejército, destruyó la tierra de los hijos de Amón y fue a sitiar Rabá. Pero David se había quedado en Jerusalén.
Joab atacó Rabá, y la destruyó.
2 Entonces David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba un talento de oro y tenía piedras preciosas. Y fue puesta sobre la cabeza de David. También sacó mucho botín de la ciudad.
3 A la gente que estaba en ella la sacó y la puso a trabajar con sierras, trillos de hierro y hachas. Lo mismo hizo David con todas las ciudades de los hijos de Amón. Luego David regresó con todo el pueblo a Jerusalén.

Otras campañas contra los filisteos 

4
Aconteció después de esto que hubo en Gezer otra batalla contra los filisteos. Entonces Sibecai, de Husa, mató a Sipai, uno de los descendientes de los refaítas. Y ellos fueron sometidos. 
5 Hubo otra batalla contra los filisteos. Entonces Eljanán hijo de Jaír mató a Lajmi, hermano de Goliat el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar. 
6 Y hubo otra batalla en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total. El también era un descendiente de Harafa.
7 El desafió a Israel, pero lo mató Jonatán hijo de Simea, hermano de David. 
8 Estos eran descendientes de Harafa en Gat, y cayeron por mano de David y por mano de sus servidores.

CAPITULO 21
Censo militar de David
 

1 Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciese un censo de Israel.
2 David dijo a Joab y a los jefes del ejército:
-Id, contad a los de Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa. 
3 Pero Joab respondió:
-¡Que Jehovah añada a su pueblo cien veces más! Oh rey y señor mío, ¿no son todos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor hacer esto? ¿Por qué ha de ser motivo de culpabilidad para Israel? 
4 Pero la palabra del rey prevaleció contra Joab. Entonces salió Joab y recorrió todo Israel, y regresó a Jerusalén. Luego Joab dio a David el resultado del censo del pueblo:
5 Todos los hombres de Israel que sacaban espada eran 1.100.000. (Los hombres de Judá que sacaban espada eran 470.000.)
6 Joab no incluyó entre éstos a los levitas ni a los hijos de Benjamín, porque el mandato del rey era detestable a Joab.

El censo provoca la ira de Jehovah 

7
Este mandato también era malo a los ojos de Dios, quien hirió a Israel.
8 Y David dijo a Dios:
-He pecado gravemente al haber hecho esto. Pero ahora, quita, por favor, el pecado de tu siervo, porque he actuado muy neciamente. 
9 Entonces Jehovah habló a Gad, vidente de David, diciendo: 
10 -Vé y di a David que así ha dicho Jehovah: "Tres cosas te propongo; escoge para ti una de ellas, y yo te la haré." 
11 Entonces Gad fue a David y le dijo:
-Así ha dicho Jehovah:
12 "Elige para ti tres años de hambre; o ser derrotado durante tres meses ante tus adversarios y que la espada de tus enemigos te alcance; o tres días la espada de Jehovah, es decir, que haya epidemia en el país y el ángel de Jehovah cause destrucción en todo el territorio de Israel." Ahora pues, mira qué he de responder al que me ha enviado. 
13 Entonces David dijo a Gad:
-Estoy muy angustiado. Por favor, caiga yo en mano de Jehovah, porque grande en extremo es su misericordia. Y no caiga yo en mano de los hombres. 
14 Así que Jehovah envió una epidemia a Israel, y cayeron 70.000 hombres de Israel.

Se aplaca la ira contra el pueblo 

15
Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Pero cuando iba a destruirla, Jehovah miró y cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía:
-¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel de Jehovah estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.
16 Entonces David alzó sus ojos y vio al ángel de Jehovah que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.
17 Y David dijo a Dios:
-¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo soy el que ha pecado, y en verdad he actuado mal. Pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh Jehovah, Dios mío, por favor, sea tu mano contra mí y contra mi casa paterna, pero no haya epidemia en tu pueblo. 
18 Entonces el ángel de Jehovah ordenó a Gad decir a David que subiera y erigiera un altar a Jehovah en la era de Ornán el jebuseo.
19 David subió, conforme a la palabra que Gad le había hablado en nombre de Jehovah.
20 Ornán se volvió y vio al ángel, y sus cuatro hijos que estaban con él se escondieron. Ornán estaba trillando trigo.
21 Cuando David llegó hasta Ornán, éste miró y vio a David, y saliendo de la era se postró ante David con el rostro en tierra.
22 Entonces David dijo a Ornán:
-Dame el lugar de la era para que edifique en él un altar a Jehovah. Dámelo por su justo precio, a fin de que cese la epidemia en el pueblo. 
23 Ornán respondió a David:
-Tómalo para ti, y haga mi señor el rey lo que le parezca bien. Mira, yo doy los bueyes para el holocausto, los trillos para leña y el trigo para la ofrenda vegetal. Todo lo doy. 
24 Pero el rey David respondió a Ornán:
-No, sino que por su justo precio lo compraré; porque no tomaré para Jehovah lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada. 
25 Entonces David dio a Ornán por el lugar el peso de 600 siclos de oro.
26 David edificó allí un altar a Jehovah, y ofreció holocaustos y sacrificios de paz. E invocó a Jehovah, y él le respondió con fuego desde los cielos sobre el altar del holocausto.
27 Jehovah habló al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.

David destina el lugar para el templo 

28
En aquel tiempo, al ver David que Jehovah le había oído en la era de Ornán el jebuseo, ofreció sacrificios allí.
29 Por aquel entonces, el tabernáculo de Jehovah que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en el lugar alto de Gabaón.
30 David no pudo ir delante de él para consultar a Dios, porque estaba espantado a causa de la espada del ángel de Jehovah. 

CAPITULO 22

1 Entonces David dijo: "Aquí estará la casa de Jehovah Dios, y aquí estará el altar del holocausto para Israel."

Preparativos para el templo 

2
Después David mandó que se reuniesen los extranjeros que habitaban en la tierra de Israel, y designó canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios.
3 También preparó David una gran cantidad de hierro para los clavos de las hojas de las puertas y para las junturas, y bronce en tal cantidad que no se podía pesar. La madera de cedro era incalculable,
4 porque los sidonios y los tirios habían llevado a David gran cantidad de madera de cedro. 
5 Entonces dijo David: "Mi hijo Salomón es joven e inmaduro, y la casa que se ha de edificar a Jehovah ha de ser grande y sublime, para renombre y gloria en todos los países. Yo, pues, haré los preparativos para él." Y antes de su muerte David hizo muchísimos preparativos. 
6 Entonces David llamó a su hijo Salomón y le mandó que edificase una casa a Jehovah Dios de Israel.
7 David dijo a Salomón: "Hijo mío, he tenido en mi corazón el anhelo de edificar una casa al nombre de Jehovah mi Dios;
8 pero vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: ’Tú has derramado mucha sangre y has llevado a cabo grandes guerras. No edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado delante de mí mucha sangre en la tierra.
9 Pero he aquí, te nacerá un hijo que será un hombre pacífico, y yo le daré reposo de todos sus enemigos de alrededor. Ciertamente su nombre será Salomón, y en sus días yo daré paz y tranquilidad a Israel.
10 El edificará una casa a mi nombre. El será para mí, hijo; y yo seré para él, padre. Y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.’ 
11 "Ahora pues, hijo mío, Jehovah sea contigo. Sé prosperado y edifica la casa de Jehovah tu Dios, como él ha hablado de ti.
12 Que Jehovah te dé inteligencia y entendimiento, para que cuando te comisione sobre Israel guardes la ley de Jehovah tu Dios.
13 Entonces serás prosperado, si cuidas de poner por obra las leyes y los decretos que Jehovah mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y sé valiente. ¡No temas ni desmayes!
14 He aquí que con grandes esfuerzos he provisto para la casa de Jehovah 100.000 talentos de oro y 1.000.000 de talentos de plata. El bronce

 
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