Ezequiel 23-30

CAPITULO 23
Alegoría de las dos hermanas 

1 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre: Había dos mujeres, que eran hijas de una sola madre.
3 Se prostituyeron en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allá fueron apretados sus pechos; allí fueron estrujados sus senos virginales.
4 La mayor se llamaba Ohola, y su hermana se llamaba Oholiba. Fueron mías y dieron a luz hijos e hijas. En cuanto a sus nombres, Ohola es Samaria, y Oholiba es Jerusalén. 
5 "Ohola se prostituyó cuando me pertenecía. Ardió en deseo por sus amantes, los asirios, hombres de guerra
6 vestidos de color azul, gobernadores y oficiales; todos ellos jóvenes atractivos, todos ellos jinetes que montaban a caballo.
7 Con ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de los hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por quienes ardió en deseo.
8 Pero no abandonó su prostitución de Egipto, pues se acostaron con ella en su juventud, estrujaron sus senos virginales y vertieron sobre ella su lujuria.
9 Por tanto, la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria por quienes ardía en deseo.
10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a los hijos y a las hijas de ella, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser un refrán entre las mujeres, pues en ella ejecutaron actos justicieros. 
11 "Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su deseo más que la otra; su lujuria sobrepasó a la de su hermana.
12 Ardió en deseo por los asirios; gobernadores y oficiales, hombres de guerra espléndidamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes atractivos.
13 Y vi que se había contaminado y que ambas habían seguido por el mismo camino.
14 Pero ésta aumentó su prostitución, pues vio hombres grabados en la pared, figuras de caldeos grabadas con ocre rojo,
15 ceñidas las cinturas con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas, teniendo todos la apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de Babilonia, de Caldea, la tierra de su origen.
16 Por ellos ardió en deseo con sólo verlos, y les envió mensajeros a Caldea.
17 Los hombres de Babilonia se unieron a ella en cama de amores, y la contaminaron con su lujuria. Se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos.
18 Así practicó abiertamente su prostitución y descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi alma se había hastiado de su hermana.
19 Pero ella multiplicó su prostitución, trayendo a la memoria los días de su juventud, en los cuales se había prostituido en la tierra de Egipto.
20 Ardió en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y cuya eyaculación era como la de los caballos.
21 Así echabas de menos la inmundicia de tu juventud, cuando en Egipto estrujaban tus senos y apretaban tus pechos juveniles." 
22 Por tanto, Oholiba, así ha dicho Jehovah: "He aquí que yo incito contra ti a tus amantes, de los cuales tu alma ya se ha hastiado. Los traeré contra ti de todas partes.
23 Los hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos, gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos montados a caballo.
24 Vendrán contra ti desde el norte con carros y ruedas, y una multitud de pueblos. Contra ti, y alrededor de ti, pondrán escudos, defensas y cascos. Yo les encargaré el juicio, y te juzgarán de acuerdo con sus decretos.
25 Pondré mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu descendencia será devorada por el fuego.
26 Te desnudarán de tus ropas y se llevarán tus hermosas joyas.
27 Así pondré fin a tu inmundicia y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto. Nunca más alzarás la vista hacia los egipcios, ni nunca más te acordarás de ellos.
28 Pues así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que odias, en mano de aquellos de quienes se ha hastiado tu alma.
29 Te tratarán con odio y tomarán todo el fruto de tu labor. Te dejarán desnuda y descubierta. Será puesta al descubierto la vergüenza de tu prostitución, tu infamia y tu lujuria.
30 Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras las naciones, porque te contaminaste con sus ídolos.
31 Anduviste en el camino de tu hermana. ¡Yo, pues, pondré su copa en tu mano!’ " 
32 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Beberás la copa de tu hermana, la cual es honda y ancha. Servirá de mofa y de burla, pues es de abundante contenido.
33 Te llenarás de embriaguez y de dolor; copa de horror y de desolación es la copa de tu hermana Samaria.
34 La beberás hasta secarla; desmenuzarás sus fragmentos y desgarrarás tus pechos, porque yo he hablado", dice el Señor Jehovah. 
35 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: "Porque te olvidaste de mí y me echaste a tus espaldas, por eso tú también carga con tu infamia y con tu prostitución." 
36 Luego me habló Jehovah diciendo: "Oh hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Ohola y a Oholiba? Entonces declárales sus abominaciones.
37 Porque han cometido adulterio, y hay sangre en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos que me habían dado a luz, los hicieron pasar por fuego para servirles de alimento.
38 Además, me hicieron esto: Aquel mismo día contaminaron mi santuario y profanaron mis sábados,
39 pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa.
40 Además de esto enviaron a traer unos hombres de lejos, a los cuales se les había enviado mensajero. Y he aquí que vinieron. Para ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos.
41 Te sentaste sobre un suntuoso diván delante del cual había una mesa servida, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.
42 Allí hubo un bullicio de una multitud despreocupada; sabeos fueron traídos del desierto, junto con hombres de la gente común. Y pusieron brazaletes sobre las manos de ellas y coronas hermosas sobre sus cabezas. 
43 "Y acerca de la que está desgastada por sus adulterios, dije: ’¿Ahora cometerán adulterio con ella, estando ella así?’
44 Pues vinieron a ella como vienen a una mujer prostituta; así vinieron a Ohola y Oholiba, mujeres infames.
45 Pero los hombres justos las condenarán con la sentencia contra las adúlteras, y con la sentencia contra las que derraman sangre. Porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos.
46 "Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’Hágase que suba contra ellas la asamblea, y sean entregadas al terror y al pillaje.
47 La asamblea las apedreará y con sus espadas las eliminará. Matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus casas con fuego.’
48 Así haré cesar en la tierra la infamia. Todas las mujeres quedarán advertidas y no cometerán infamia como vosotras.
49 Yo haré que vuestra infamia recaiga sobre vosotras mismas, y cargaréis con los pecados de vuestra idolatría. Y sabréis que yo soy el Señor Jehovah."

CAPITULO 24
Alegoría de la olla hirviente
 

1 Aconteció en el día 10 del mes décimo del noveno año que vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, escribe para ti la fecha de hoy, este mismo día. El rey de Babilonia se ha lanzado contra Jerusalén en este mismo día. 
3 "Presenta a la casa rebelde una alegoría, y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Pon la olla; ponla y echa agua en ella.
4 Echa en ella pedazos, todos buenos pedazos, muslo y espalda. Llénala de huesos escogidos;
5 toma lo mejor del rebaño. Amontona la leña debajo de ella; haz hervir sus pedazos y cocina los huesos dentro de ella.’ 
6 "Porque así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Ay de la ciudad sanguinaria, la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha salido de ella! Vacíala pedazo por pedazo, sin que se echen suertes por ella.
7 Porque su sangre está en medio de ella; la ha puesto sobre la roca desnuda. No la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta con el polvo.
8 Para hacer que mi ira suba y tome venganza, he puesto su sangre sobre la roca desnuda, para que no sea cubierta.’
9 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Ay de la ciudad sanguinaria, pues yo también agrandaré la hoguera!
10 Amontona la leña, enciende el fuego, alista la carne, vacía el caldo, y que los huesos sean carbonizados.
11 Luego pon la olla vacía sobre las brasas, para que se caliente y arda su bronce, con el fin de que en ella sea fundida su inmundicia y desaparezca su herrumbre.’ 
12 "En vano son los esfuerzos. Su mucha herrumbre no sale de ella; su herrumbre no sale ni con fuego.
13 En tu inmundicia hay infamia, por cuanto te quise purificar, pero no estás purificada de tu inmundicia. No volverás a ser purificada, hasta que yo haya asentado mi ira sobre ti.
14 Yo, Jehovah, he hablado. Esto vendrá, y lo haré. No cejaré; no tendré lástima ni me pesará. Conforme a tus caminos y a tus obras te juzgaré", dice el Señor Jehovah.

Ezequiel ante la muerte de su esposa 

15
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 
16 -Oh hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no harás duelo ni llorarás, ni correrán tus lágrimas.
17 Gime en silencio; no guardes el luto por los muertos. Cíñete el turbante y pon las sandalias en tus pies. No te cubras los labios ni comas pan de duelo. 
18 Hablé, pues, al pueblo por la mañana, y al anochecer murió mi esposa. Y a la mañana siguiente hice como me había sido ordenado.
19 Entonces me dijo el pueblo:
-¿No nos dirás qué significan para nosotros estas cosas que tú haces? 
20 Y les respondí: -La palabra de Jehovah vino a mí diciendo:
21 "Di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, yo mismo profano mi santuario, el orgullo de vuestro poderío, la delicia de vuestros ojos, el anhelo de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas que abandonasteis caerán a espada,
22 y vosotros haréis como yo he hecho: No os cubriréis los labios ni comeréis pan de duelo.
23 Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestras sandalias en vuestros pies; no haréis duelo ni lloraréis. Más bien, os pudriréis en vuestros pecados y gemiréis unos por otros.
24 Ezequiel, pues, os servirá de señal; haréis de acuerdo con todas las cosas que él ha hecho. Cuando esto se cumpla, sabréis que yo soy el Señor Jehovah.’ 
25 "Y con respecto a ti, oh hijo de hombre, el día en que yo quite de ellos su poderío, el gozo de su esplendor, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también a sus hijos y a sus hijas;
26 en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para traerte la noticia.
27 En aquel día se abrirá tu boca, y hablarás con el que haya escapado; pues ya no estarás más enmudecido. Tú les servirás de señal, y sabrán que yo soy Jehovah." 


CAPITULO 25
Otra profecía contra Amón
 

1 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Amón y profetiza contra ellos.
3 Di a los hijos de Amón: Oíd la palabra del Señor Jehovah. Así ha dicho el Señor Jehovah: Por cuanto has dicho: ’¡Bravo!’ contra mi santuario, cuando fue profanado, y contra la tierra de Israel, cuando fue desolada, y contra los de la casa de Judá, cuando iban en cautiverio,
4 por eso, he aquí que yo te entrego como posesión a los hijos del oriente. Ellos pondrán en ti sus campamentos y colocarán en ti sus moradas. Comerán tus frutos y beberán tu leche.
5 Convertiré a Rabá en pastizal para camellos, y a las ciudades de Amón en un lugar donde se recuesten las ovejas. Y sabréis que yo soy Jehovah." 
6 Pues así ha dicho el Señor Jehovah: "Porque golpeaste con tu mano y pisoteaste con tu pie, gozándote con todo el despecho de tu alma contra la tierra de Israel,
7 por eso, he aquí que yo extenderé mi mano contra ti y te entregaré a las naciones para ser saqueada. Te eliminaré de entre los pueblos y te destruiré de entre los países. Te destruiré, y sabrás que yo soy Jehovah."

Profecía contra Moab 

8
Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto Moab y Seír han dicho: ’¡He aquí, la casa de Judá será como las demás naciones!’,
9 por eso, he aquí yo abro el flanco de Moab desde las ciudades, desde las ciudades de su frontera, la gloria del país (Bet-jesimot, Baal-maón y Quiriataim).
10 Lo entregaré, junto con los hijos de Amón, a los hijos del oriente, como posesión, para que no haya más memoria de los hijos de Amón entre las naciones.
11 También ejecutaré en Moab actos justicieros. Y sabrán que yo soy Jehovah."

Profecía contra Edom 

12
Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto Edom ha procedido vengativamente contra la casa de Judá, incurriendo en grave culpa al vengarse de ellos,
13 por eso, así ha dicho el Señor Jehovah, extenderé también mi mano contra Edom y exterminaré de ella a los hombres y los animales. La convertiré en ruinas; desde Temán hasta Dedán caerán a espada.
14 Ejecutaré mi venganza contra Edom por medio de mi pueblo Israel. Harán en Edom de acuerdo con mi furor y con mi ira, y conocerán mi venganza", dice el Señor Jehovah.

Profecía contra Filistea 

15
Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto los filisteos procedieron vengativamente y tomaron venganza con despecho del alma, para destruir a causa de una perpetua hostilidad;
16 por eso, así ha dicho el Señor Jehovah, he aquí, yo extenderé mi mano contra los filisteos. Exterminaré a los quereteos y haré perecer a los sobrevivientes de la costa del mar.
17 Grandes venganzas y reprensiones de ira haré en ellos. Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando ejecute mi venganza en ellos.’ "

CAPITULO 26
Profecía de la destrucción de Tiro
 

1 Aconteció en el primer día del mes primero del año 11 que vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, por cuanto Tiro ha dicho con respecto a Jerusalén: ’¡Bravo! ¡Ha sido quebrantada la que era puerta de los pueblos! ¡Se ha vuelto hacia mí! ¡Yo estaré llena, y ella desolada!’,
3 por eso, así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, oh Tiro, yo estoy contra ti. Contra ti haré subir muchas naciones, como el mar hace subir sus olas.’
4 Arruinarán los muros de Tiro y destruirán sus torreones. Barreré de ella sus escombros y la convertiré en una roca desnuda.
5 Será un tendedero de redes en medio del mar, porque yo he hablado, dice el Señor Jehovah. Será saqueada por las naciones,
6 y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada. Y sabrán que yo soy Jehovah." 
7 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "He aquí que del norte traeré contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes, y una gran multitud de soldados.
8 A sus hijas que están en el campo matará a espada, y contra ti pondrá un muro de asedio. Levantará contra ti terraplén y alzará contra ti el escudo.
9 Contra tus murallas dirigirá el golpe de sus arietes, y con sus barras destruirá tus torreones.
10 Por causa de la multitud de sus caballos, te cubrirá el polvo que levantarán. Tus murallas temblarán por el estruendo de los jinetes y de las ruedas de sus carros, cuando él entre por tus puertas como uno entra por las brechas en una ciudad destrozada.
11 Con los cascos de sus caballos atropellará todas tus calles. A tu gente matará a espada, y tirará por tierra los monumentos de tu poderío.
12 Tomarán tus riquezas como botín y saquearán tus mercaderías. Destruirán tus muros y demolerán tus lujosas casas. Y tus piedras, tu madera y tus escombros los arrojarán en medio de las aguas.
13 Haré cesar el bullicio de tus canciones; no se volverá a oír el sonido de tus arpas.
14 Te convertiré en una roca desnuda, y serás un tendedero de redes. Nunca más serás edificada, porque yo, Jehovah, he hablado", dice el Señor Jehovah. 
15 Así ha dicho el Señor Jehovah a Tiro: "¿Acaso no temblarán las costas a causa del estruendo de tu caída, cuando giman los heridos, cuando se lleve a cabo la matanza en medio de ti?
16 Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus ropas bordadas. Se vestirán de estremecimiento y se sentarán sobre la tierra, temblando a cada instante. Estarán atónitos a causa de ti.
17 Entonarán un lamento por ti y te dirán:
’¡Cómo has perecido, oh ciudad alabada, que fuiste poblada por gente de mar! ’Era poderosa en el mar, ella y sus moradores. Ellos impusieron su terror sobre todos sus habitantes. 
18 ’Ahora tiemblan las costas por el día de tu caída. Las costas del mar se espantan a causa de tu final!’ " 
19 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "Cuando yo te convierta en una ciudad destruida como las ciudades que no han vuelto a ser habitadas, cuando haga subir sobre ti el océano y te cubran las muchas aguas,
20 entonces te haré descender junto con los que descienden a la fosa, al pueblo de antaño. Te haré habitar en las partes más bajas de la tierra en las ruinas de antaño, junto con los que descienden a la fosa, para que nunca más seas habitada ni te establezcas en la tierra de los vivientes.
21 Te convertiré en espanto, y dejarás de existir. Serás buscada, pero nunca más serás hallada", dice el Señor Jehovah.

CAPITULO 27
Lamento por la caída de Tiro
 

1 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Tú, oh hijo de hombre, entona un lamento por Tiro.
3 Dirás a Tiro, que está asentada a la entrada del mar y comercia con los pueblos de muchas costas, que así ha dicho el Señor Jehovah:
"Oh Tiro, tú has dicho: ’Yo soy de completa hermosura.’ 
4 En el corazón de los mares están tus fronteras; los que te construyeron hicieron completa tu hermosura. 
5 Con cipreses de Senir construyeron tus paredes. Tomaron un cedro del Líbano para hacer un mástil sobre ti. 
6 Con encinas de Basán hicieron tus remos; hicieron tu cubierta con marfil y con cipreses de las costas de Quitim. 
7 Tu vela fue de lino bordado de Egipto, para servirte de bandera. Tu toldo fue de material azul y de púrpura de las costas de Elisa. 
8 Los habitantes de Sidón y de Arvad fueron tus remeros. Tus expertos, oh Tiro, estaban en ti y fueron tus timoneles. 
9 Los ancianos de Biblos y sus sabios reparaban tus desperfectos. Todos los barcos del mar y sus marineros estuvieron en ti para hacer contigo intercambio. 
10 "Persas, lidios y libios estaban en tu ejército como tus hombres de guerra. Escudos y cascos colgaban en ti; ellos te daban tu esplendor. 
11 Los hijos de Arvad estaban con tu ejército sobre tus muros en derredor, y los gamadeos estaban en tus torreones. Colgaban sus escudos sobre tus muros en derredor; ellos hacían completa tu hermosura. 
12 "Tarsis comerciaba contigo a causa de la abundancia de todas tus riquezas. Con plata, hierro, estaño y plomo pagaban por tus mercaderías. 
13 Grecia, Tubal y Mesec comerciaban contigo. Con vidas humanas y objetos de bronce pagaban tus mercancías. 
14 Los de Bet-togarma, con caballos, corceles y mulos, pagaban tus mercaderías. 
15 "Los hijos de Rodas comerciaban contigo. Muchas costas comerciaban contigo; colmillos de marfil y madera de ébano, te traían como tributo. 
16 "Edom también comerciaba contigo a causa de la abundancia de tus productos. Con turquesas, púrpura, telas bordadas, linos finos, corales y rubíes pagaban tus mercaderías. 
17 "Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo. Con trigo, mirra, casia, miel, aceite y resinas pagaban tus mercancías. 
18 "Damasco comerciaba contigo, debido a la abundancia de tus productos y a la abundancia de tus riquezas. Con vino de Helbón y lana de Sajar, 
19 Vedán y Grecia, desde Uzal, pagaban tus mercaderías: Hierro forjado, casia y caña aromática había entre tus productos. 
20 "Dedán comerciaba contigo con mantas para cabalgadura. 21 Arabia y todos los príncipes de Quedar comerciaban contigo con corderos, carneros y machos cabríos; con esto comerciaban contigo. 
22 "Los mercaderes de Saba y de Raama comerciaban contigo. Con lo mejor de todas las especias, con toda piedra preciosa y con oro pagaban tus mercaderías. 
23 "Harán, Calne, Edén y los mercaderes de Saba, Asiria y Quilmad comerciaban contigo. 
24 "Estos comerciaban contigo, y a cambio de tus productos daban espléndidos vestidos, mantos de azul, telas bordadas, tapices de colores, y cuerdas entrelazadas y trenzadas. 
25 "Las naves de Tarsis eran tus flotas que llevaban tus mercancías. Te llenaste y te hiciste muy opulenta en el corazón de los mares. 
26 Los que navegaban contigo te condujeron por las muchas aguas, pero el viento de oriente te destrozó en el corazón de los mares. 
27 "En el día de tu caída caerán en medio de los mares: tus riquezas, tus mercaderías, tus productos, tus marineros, tus timoneles, los que reparaban tus desperfectos, los agentes de tu intercambio, todos tus hombres de guerra que están en ti, y toda la multitud que se halla en medio de ti. 
28 Ante el griterío de tus timoneles se estremecerán los campos de alrededor, 
29 y descenderán de tus barcos todos los que toman el remo. Los marineros y todos los timoneles del mar quedarán de pie en tierra. 
30 Harán oír su voz por ti; gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza. 
31 Se raparán la cabeza a causa de ti, y se ceñirán con cilicio. Con amargura de alma llorarán por ti con amargo duelo. 
32 En medio de su llanto entonarán por ti un lamento; por ti lamentarán diciendo: ’¡Quién como Tiro, la que ha sido silenciada en medio del mar!’ 
33 "Cuando tus mercaderías salían por los mares, saciabas a muchos pueblos. A los reyes de la tierra enriqueciste con la abundancia de tus bienes y de tus productos. 
34 Ahora que eres quebrantada en los mares, en lo profundo de las aguas, tus productos y toda tu tripulación han caído en medio de ti. 
35 Todos los habitantes de las costas se horrorizan a causa de ti. Sus reyes están muy aterrorizados, y sus rostros son abatidos. 
36 Los mercaderes de los pueblos silban a causa de ti. Has venido a ser objeto de espanto, y dejarás de existir para siempre." 

CAPITULO 28
Profecía contra el rey de Tiro
 

1 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, di al soberano de Tiro que así ha dicho el Señor Jehovah: Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre y no Dios, dijiste: ’Yo soy un dios, y estoy sentado en la sede de los dioses, en el corazón de los mares’; porque igualaste tu corazón al corazón de Dios,
3 ¡he aquí tú eres más sabio que Daniel, y no hay ningún misterio que te sea oculto!
4 Con tu sabiduría e inteligencia te has conseguido riquezas, y has acumulado oro y plata en tus tesoros.
5 Con tu gran sabiduría has engrandecido tus riquezas mediante tu comercio, y tu corazón se ha enaltecido a causa de tus riquezas.
6 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: Porque igualaste tu corazón con el corazón de Dios,
7 he aquí yo traigo contra ti extranjeros, los más crueles de las naciones. Desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor.
8 Te harán descender a la fosa, y morirás como los que son muertos en el corazón de los mares
9 ¿Osarás decir delante de tu verdugo, a pesar de ser hombre y no Dios: ’Yo soy un dios’? En mano de quienes te atraviesen
10 morirás a la manera de los incircuncisos, en mano de los extranjeros; porque yo he hablado", dice el Señor Jehovah.

Lamento por el rey de Tiro 

11
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
12 "Oh hijo de hombre, entona un lamento por el rey de Tiro, y dile que así ha dicho el Señor Jehovah:
" ’¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa hermosura! 
13 Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas: rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y berilo. Y de oro era la hechura de tus encajes y de tus engastes. En el día que fuiste creado fueron preparadas. 
14 Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego. 
15 Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad. 
16 " ’A causa de tu gran comercio te llenaron de violencia, y pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios, y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio de las piedras de fuego. 
17 Tu corazón se enalteció debido a tu hermosura; a causa de tu esplendor se corrompió tu sabiduría. " ’Yo te he arrojado en tierra; te he puesto como espectáculo ante los reyes. 
18 Por tus muchos pecados y por la iniquidad de tu comercio, profanaste tu santuario. Yo, pues, hice que en medio de ti se desatara y te devorase el fuego. Te convertí en cenizas sobre la tierra ante los ojos de cuantos te observaban. 
19 Todos los que te conocen entre los pueblos se horrorizan a causa de ti. Eres objeto de espanto, y dejarás de ser para siempre.’ " 

Profecía contra Sidón 

20
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
21 "Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón y profetiza contra ella.
22 Dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Oh Sidón, he aquí que yo estoy contra ti y seré glorificado en medio de ti.’ Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando ejecute actos justicieros en medio de ella, y en ella yo muestre mi santidad.
23 Le enviaré peste y sangre por sus plazas. Los cadáveres caerán en medio de ella, y la espada estará alrededor de ella. Y sabrán que yo soy Jehovah. 
24 "Nunca más habrá para la casa de Israel espina que hiera ni aguijón que cause dolor, de parte de todos los que los rodean y los desprecian. Y sabrán que yo soy Jehovah." 
25 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Cuando yo reúna a los de la casa de Israel de entre las naciones donde están dispersados, entonces en medio de ellos seré tratado como santo a la vista de las naciones. Y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob.
26 Habitarán seguros en ella; edificarán casas y plantarán viñas. Habitarán seguros, cuando yo haya ejecutado actos justicieros alrededor de ellos, en medio de todos los que los desprecian. Y sabrán que yo soy Jehovah su Dios."

CAPITULO 29
Profecía contra Egipto y su rey
 

1 En el día 12 del mes décimo del año 10 vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.
3Habla y di que así ha dicho el Señor Jehovah: He aquí yo estoy contra ti, oh faraón, rey de Egipto, gran monstruo que estás tendido en medio de sus canales, y que dices: ’Míos son los canales del Nilo, pues yo los hice.’ 
4 "Yo pondré ganchos en tus quijadas, y haré que los peces de los canales se peguen sobre tus escamas. Te sacaré de en medio de tus canales, y todos los peces de tus canales saldrán pegados a tus escamas.
5 Te arrojaré al desierto, a ti y a todos los peces de tus canales. Caerás sobre la superficie del campo; no serás recogido ni sepultado. Te he dado por comida a los animales de la tierra y a las aves del cielo.
6 Y sabrán todos los habitantes de Egipto que yo soy Jehovah, por cuanto fuiste como un bastón de caña para la casa de Israel.
7 Cuando ellos te tomaron con la mano, te quebraste y les rompiste todo el hombro. Cuando se apoyaron sobre ti, te quebraste y les estremeciste todos sus lomos.
8 Por eso, así ha dicho el Señor Jehovah, he aquí que yo traigo la espada contra ti, y exterminaré en ti a los hombres y a los animales.
9 La tierra de Egipto será convertida en desolación y ruinas. Y sabrán que yo soy Jehovah.
"Por cuanto has dicho: ’¡Mío es el Nilo, pues yo lo hice!’,
10 he aquí que por eso yo estoy contra ti y contra tus canales. Convertiré la tierra de Egipto en una ruina completa, una desolación desde Migdol y Asuán hasta la frontera con Etiopía.
11 No pasará por ella pie de hombre, ni pata de animal pasará por ella. No será habitada durante cuarenta años.
12 Pues convertiré la tierra de Egipto en una desolación en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán arruinadas durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países." 
13 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "Al final de los cuarenta años reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde habrán sido dispersados,
14 y restauraré de la cautividad a Egipto. Los haré volver a la tierra de Patros, la tierra de su origen. Allí formarán un reino modesto;
15 será modesto en comparación con los otros reinos. Nunca más se enaltecerán sobre las naciones; porque los reduciré, para que no se enseñoreen de las naciones.
16 Nunca más serán objeto de confianza para la casa de Israel, que les haga recordar el pecado de volverse hacia ellos. Y sabrán que yo soy el Señor Jehovah."

Profecía de la invasión de Egipto 

17
Aconteció en el primer día del mes primero del año 27 que vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
18 "Oh hijo de hombre: Nabucodonosor, rey de Babilonia, sometió a su ejército a una labor grande contra Tiro: Toda cabeza fue rapada, y todo hombro despellejado; pero ni para él, ni para su ejército hubo recompensa en Tiro por la labor que realizaron contra ella.
19 Por eso, así ha dicho el Señor Jehovah, he aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto. El se llevará sus riquezas, tomará botín y la saqueará; y habrá recompensa para su ejército.
20 Le he dado la tierra de Egipto por el trabajo que realizó en ella, porque lo hizo para mí, dice el Señor Jehovah. 
21 "En aquel día haré surgir el poderío de la casa de Israel, y te permitiré abrir la boca en medio de ellos. Y sabrán que yo soy Jehovah."

CAPITULO 30
Profecía contra los aliados de Egipto
 

1 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
2 "Oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Lamentad! ¡Ay de aquel día!
3 Porque cercano está aquel día; cercano está el día de Jehovah. Será día de nublado, la hora de las naciones.
4 La espada llegará a Egipto, y habrá estremecimiento en Etiopía cuando en Egipto caigan los heridos, y tomen sus riquezas, y sean destruidos sus cimientos.
5 Etiopía, Libia, Lidia, y toda Arabia, los de Cub y los hijos de la tierra del pacto caerán a espada juntamente con ellos.’
6 Así ha dicho Jehovah: ’Así caerán los que apoyan a Egipto. Caerá el orgullo de su poderío, desde Migdol hasta Asuán; caerán en ella a espada, dice el Señor Jehovah.
7 Quedarán desolados en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán en medio de las ciudades arruinadas.
8 Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando yo prenda fuego a Egipto, y todos sus ayudadores sean quebrantados.’ 
9 "En aquel tiempo saldrán de delante de mí mensajeros en naves, para hacer temblar a la confiada Etiopía. Habrá estremecimiento entre ellos, como en el día de Egipto, ¡porque he aquí que viene!
10 Así ha dicho el Señor Jehovah: ’Pondré fin a la multitud de Egipto por medio de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
11 El y su pueblo junto con él, los más crueles de las naciones, serán traídos para destruir la tierra. Ellos desenvainarán sus espadas contra Egipto, y llenarán la tierra de muertos.
12 Convertiré en sequedad los canales, y abandonaré la tierra en mano de malvados. Destruiré la tierra y su plenitud por medio de extranjeros. Yo, Jehovah, he hablado.’ " 
13 Así ha dicho el Señor Jehovah: "También destruiré los ídolos. Pondré fin a los dioses de Menfis, y ya no habrá príncipe en la tierra de Egipto. Y pondré temor en la tierra de Egipto:
14 Desolaré a Patros, prenderé fuego a Tanis y ejecutaré actos justicieros en Tebas.
15 Derramaré mi ira sobre Sin, la fortaleza de Egipto, y exterminaré la multitud de Tebas.
16 Prenderé fuego a Egipto: Sin tendrá grandes dolores de parto, Tebas será destrozada, y Menfis tendrá continuas angustias.
17 Los jóvenes de Heliópolis y de Bubastis caerán a espada; ellas irán en cautiverio.
18 En Tafnes se oscurecerá el día cuando yo rompa allí los yugos de Egipto, y en ella cesará la soberbia de su poderío. Una nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio.
19 Ejecutaré actos justicieros en Egipto. Y sabrán que yo soy Jehovah."

Decadencia egipcia y apogeo babilónico 


20
Aconteció en el séptimo día del mes primero del año 11, que vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
21 "Oh hijo de hombre, yo he roto un brazo del faraón, rey de Egipto, y he aquí que no se lo ha vendado poniéndole medicinas, ni se le ha puesto una venda para ser entablillado, a fin de fortalecerle para que pueda sostener la espada.
22 Por eso, así ha dicho el Señor Jehovah, he aquí que yo estoy contra el faraón, rey de Egipto, y romperé sus brazos, el fuerte y el fracturado; haré que la espada se caiga de su mano.
23 Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países. 
24 "Pero fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano. Romperé los brazos del faraón, y gemirá delante de aquél con gemidos de un herido de muerte.
25 Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, mientras que los brazos del faraón decaerán. Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra la tierra de Egipto.
26 Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países. Y sabrán que yo soy Jehovah."

 
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